A veces lo único que necesitamos es volver a sentirnos cerca de nosotras mismas.
Cuando el corazón se cierra por cansancio, por miedo, por decepción o por tanta exigencia,
el cuerpo se pone rígido.
La respiración se vuelve corta.
La vida deja de sentirse suave.
Este baño es una forma delicada de volver a abrir espacio.
No fuerza.
No empuja.
Solo afloja lo que estaba apretado.
Es medicina sencilla.
De hogar.
De alma.
De tierra.
🌸 INGREDIENTES
• Puñado de pétalos de rosa (frescos o secos)
• Un chorrito de miel
• Un puñado pequeño de sal marina
• 3 hojas de laurel
• Unas gotas de tu perfume favorito (solo si te nace)
🕯️ PREPARACIÓN
1. Llena una palangana o bañera con agua tibia.
2. Añade las rosas, el laurel, la sal y la miel.
3. Mueve el agua con tu mano en círculos suaves (sin prisa).
4. Respira profundo tres veces.
Mientras remueves, di suave:
“Abro mi corazón a la vida con respeto, con calma, con verdad.”
💗 USO
Vierte el agua desde el cuello hacia abajo.
Siente.
Respira.
No pienses demasiado.
Deja que el cuerpo se relaje solo.
Deja que el alma recuerde su ritmo.
No hace falta hablar.
No hace falta entender.
Solo estar.
✨ CIERRE
Después del baño, sécate muy despacio, como acariciándote.
No te apresures a volver al mundo.
Haz algo que te haga sentir acompañada por ti misma: una infusión, una manta, música suave, o simplemente silencio.
Este baño no “atrae amor”.
Este baño te devuelve a ti.
Y desde ahí, todo lo demás fluye diferente
Si estás en un proceso emocional y sientes que tu corazón necesita compañía,
puedo acompañarte con terapia de coach emocional y Flores de Bach 🤍
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