Pulsera turquesa con ónix y aventurina
Favorece el equilibrio de la comunicación y la expresión. También se asocia al tercer ojo, potenciando la meditación y la intuición. Su energía es suave y fresca, con lo que es una piedra que también es indicada para los niños. La turquesa se considera una piedra sanadora y protectora.
El ónix u ónice se considera una piedra de fuerza y vigor. Favorece la autoconfianza y la visión positiva de la vida. El ónix en combinación con el cuarzo cristal de roca suele usarse como protección y para la limpieza energética de espacios.
La aventurina proporciona equilibrio entre la mente y el cuerpo, aportando estabilidad y calma emocional. Se utiliza preferentemente en el chakra corazón, lo protege y favorece su regeneración. A nivel curativo la aventurina suele usarse como antiinflamatorio, para dolencias de la piel y para los ojos.