Hay momentos en la vida en los que todo se hace más pesado.
No hace falta que pase algo enorme para sentir que algo dentro se ha movido.
A veces es una pérdida.
A veces una situación que se nos desbordó.
A veces simplemente el cansancio de llevarlo todo solas durante demasiado tiempo.
Y aunque tengamos gente alrededor, aunque sepamos lo que “deberíamos hacer”,
hay dolores que no se colocan con lógica.
No se ordenan con fuerza.
No se curan con un “venga, anímate”.
Hay emociones que necesitan tiempo, cuidado y compañía.
Acompañar no es arreglar
Cuando hablamos de acompañar, no nos referimos a que alguien venga a decirnos qué hacer.
No es eso.
Acompañar es:
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Sentarse a tu lado sin juzgar
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Permitirte sentir lo que estás sintiendo
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Sostener el espacio sin prisa
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Estar presente, de verdad, sin intentar tapar nada
A veces eso es lo que más calma:
no estar sola dentro de lo que te pasa.
El duelo no siempre es por una muerte
El duelo aparece cuando algo cambia, se rompe o deja de ser como era:
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una relación que se transforma,
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una parte de nosotras que ya no está,
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una decisión que dolió,
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una etapa que se cierra,
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el cansancio de sostener el mundo sin apoyo.
El duelo es el proceso de acomodar lo que duele.
Y es más suave cuando no lo recorremos solas.
Acompañar el proceso es delicado
En nuestro camino hemos aprendido que acompañar a alguien en su dolor no es decirle cómo sanar,
sino caminar a su lado mientras lo descubre.
Una de nosotras está formada y tiene experiencia en acompañamiento emocional y gestión del duelo.
Pero más allá de la formación, lo importante es la presencia:
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Estar sin invadir
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Escuchar sin juzgar
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Acompañar sin presionar
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Sostener sin cargar
Eso es lo que hacemos.
No para cambiar lo que sientes,
sino para que no lo sostengas sola.
Si estás en un momento así
Si estás pasando por un duelo, una transición, una tristeza o una etapa donde todo pesa…
no es señal de debilidad pedir acompañamiento.
Es una forma de cuidarte.
No se trata de que no puedas sola.
Se trata de que no tienes por qué poder sola.
Si necesitas un espacio donde hablar, llorar, ordenar o simplemente respirar:
Aquí estamos.
Sin presión.
Sin prisa.
Sin obligación de “estar bien”.
Solo acompañamiento real.
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Comentarios
Os siento,gracias.......infinitas gracias y mil bendiciones por que estéis......como bien ....el universo necesita de personas y almas como las vuestras,doy gracias.